Diseño Gráfico: qué estudia, que es y para qué sirve

El Diseño Gráfico qué estudia, qué es y para qué sirve

Saber qué estudia el diseño gráfico, que es y para qué sirve realmente es algo que no siempre es fácil de explicar por parte de los profesionales del Diseño Gráfico, incluso aunque lleven años en la profesión. Pero en este artículo voy a explicarlo de la forma más sencilla posible. Para ello he consultado múltiples fuentes como la American Institute of Graphic Arts (AIGA) o la Interaction Design Foundation (IxDF) o la enciclopedia Britannica.

Qué estudia el Diseño Gráfico

El Diseño Gráfico  estudia la comunicación visual, su contexto y su aplicación en la transmisión de mensajes específicos a grupos sociales con un objetivo determinado.

Dentro del Diseño Gráfico actual te puedes especializar en una o varias disciplinas:

  • Diseño Publicitario
  • Diseño Editorial
  • Diseño de Identidades Corporativas
  • Diseño Web
  • Diseño de Interfaces
  • Diseño de Experiencia de Usuario
  • Diseño de Packaging
  • Diseño Tipográfico
  • Motion Graphics

Si quieres aprender Diseño Gráfico de una forma más profunda y estructurada. Hoy en día existen muchas opciones, como puedes ver en mi artículo «Estudiar Diseño Gráfico online: Guía Completa«.

Qué es el Diseño Gráfico

El diseño gráfico es un arte donde los profesionales crean contenido visual para comunicar un mensaje que responde a una necesidad pública o personal. A través de la jerarquía visual y distintas técnicas y recursos como las tipografías y las imágenes, los diseñadores satisfacen las necesidades comunicativas del público.

Para qué sirve el Diseño Gráfico

El diseño gráfico sirve para moldear la experiencia del usuario visualmente

Los primeros ejemplos de diseño gráfico los encontramos en las pinturas rupestres de hace más de hace 65.000 años. Colocadas en lugares muy concretos de las cuevas, servían para provocar una experiencia concreta, posiblemente ritualística, en las personas que las admiraban.

El término «Diseño Gráfico», en cambio, no se acuñó hasta la década de 1920, ligado al auge del «Marketing», El concepto se atribuye a al diseñador, tipógrafo y calígrafo William A. Dwiggins (1880, Ohio – 1956, Massachusetts) quien al parecer usó este término para definir el campo emergente y autodefinirse como profesional.

En este punto de la historia, el término se centraba en el atractivo estético que el marketing requería para sus mensajes. De acuerdo con este enfoque, el Diseño Gráfico serviría para atraer a los espectadores utilizando técnicas y recursos como las imágenes, el color y la tipografía. Aunque para mucha gente esta sigue siendo la forma de entender la función del Diseño Gráfico, lo cierto es que este enfoque resulta incompleto a día de hoy.

La mayor parte del trabajo de diseño actual se centra en las experiencias digitales de las personas y el papel que juega la tecnología en su vida cotidiana.

— AIGA

Por ejemplo, si prestamos atención al Diseño de Experiencia de usuario (UX Design), el objetivo primario no es el atractivo estético, sino la funcionalidad y la experiencia que se quiere que el usuario extraiga de esa interacción.

Las decisiones de estos diseñadores respecto a la selección y ubicación de imágenes o fuentes se basa en el comportamiento y motivaciones del ser humano y en la experiencia que se quiere crear, no en la estética. En caso contrario, tendríamos sitios web y aplicaciones preciosas pero prácticamente inutilizables.

La estética viene después y siempre teniendo en cuenta aspectos como la accesibilidad y la capacidad de procesamiento visual de los usuarios, para garantizar que belleza y facilidad de uso vayan de la mano.

El diseño gráfico está ligado al diseño emocional

Aunque desde hace décadas el diseño gráfico ha entrado en la era digital, sus principios esenciales continúan siendo los mismos: el énfasis, el equilibrio y la alineación, el contraste, la repetición, la proporción, el movimiento y el espacio en blanco.

A través del diseño y sus principios intentamos evocar emociones que resulten en experiencias generalmente positivas para el usuario. En algunos casos concretos, el objetivo es provocar emociones negativas o de rechazo, como puede ser el caso de los carteles contra la violencia o las drogas, por poner un ejemplo.

Para ser capaz de provocar emociones con el diseño, además de conocer al público, resulta fundamental tener una comprensión firme de los principios mencionados, las técnicas de diseño y los recursos gráficos.

Por ejemplo, es importante conocer la teoría del color y dominar el uso de esquemas de colores. Los colores no deben ser solamente elegidos de acuerdo con la categoría del producto o empresa, sino con las expectativas de los usuarios. Así, verás que en muchos casos las botones de «cancelar» o las alertas se diseñan en rojo y los botones de confirmación en verde, independientemente del color principal del sitio web.

El diseñador gráfico debe tener en cuenta todos estos pequeños detalles y al mismo tiempo ser capaz de armonizarlos dentro del diseño general, de forma que guíen la experiencia general del usuario o espectador hacia el objetivo de comunicación deseado, como puede ser una llamada a la acción.

Resumiendo, el diseñador trata de empatizar con el usuario y anticipar sus necesidades y sus reacciones, teniendo en cuenta su perfil psicológico y social, además del contexto de la comunicación.

“La indiferencia hacia las personas y la realidad en la que viven es en realidad el único pecado en el diseño”

— Dieter Rams

El Diseño Gráfico bien aplicado consigue que los usuarios se sientan reflejados, identificados con el diseño y el mensaje comunicado. En definitiva, las personas sienten que está hecho a medida de sus valores y necesidades.

Si quieres saber más sobre las tareas y responsabilidades de un diseñador gráfico, te recomiendo mi artículo “Qué es y qué hace un Diseñador Gráfico”.

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